lunes, 1 de junio de 2009

Sobre la Muerte y sus Efectos

La Muerte y la Transición.

Existe una gran diferencia entre la Muerte y la Transición y para efectos de éste documento, llamaremos Transición a la muy conocida muerte y Muerte a la Muerte.
Para diferenciarlas habrá primero que definirlas:

† Transición (muerte): En el mundo de la Verdad, es el abandono definitivo del cuerpo. Es la Transición en la que el alma, abandona el cuerpo para dirigirse a otro nivel de existencia. Los humanos conocen la Transición como muerte y así la denominan. Ellos sólo tienen una leve idea de la existencia posterior a la Transición.
† Muerte: Es la destrucción definitiva de la Existencia. Existen diferentes ideas sobre la definición de la Muerte, ya que algunos consideran la Muerte como la destrucción definitiva e irrevocable de la existencia, mientras que otros la consideran también como la destrucción definitiva e irrevocable de la esencia además de la existencia.

Con la autoridad de mis estudios en Cosmosofía, Metasofía, Teosofía, Panosofía y Gnosisofía, puedo enunciar lo siguiente:

La Transición no sólo se refiere al abandono definitivo del cuerpo, sino a todas las transformaciones de la esencia tras las cuales el ente en cuestión, deja de ser y estar, o sólo ser, lo que antes era y como antes estaba en el tiempo y espacio donde antes se situaba.
La Muerte se refiere sola y exclusivamente a la destrucción total, definitiva e irrevocable de la esencia y la existencia, tras la cuál lo que antes era ya no es y lo que antes estaba ya no está ni será ni estará, no existiendo la posibilidad de que lo muerto vuelva a existir bajo ninguna condición.

Antes de describir los efectos de la Transición y de la Muerte, es necesario describir el proceso general que sufre un alma, por lo menos en el Mundo de la Verdad que es en el que vivimos.

Dios o un Padre de Esencia, crea una Esencia.
Dios decide si esa Esencia existe o no. Si decide que no existirá, la esencia puede o no ser destruida. Si no es destruida se sitúa fuera del tiempo y del espacio en algo ajeno a la Estancia con la posibilidad de existir en algún momento. Si Dios decide que la Esencia exista, le da una parte de su Esencia Divina y la une con la Estancia situándola en un tiempo y espacio definidos, convirtiéndose así en una Existencia.
El ente en cuestión, toma un cuerpo temporal (generalmente, aunque existen excepciones) vive durante un tiempo en la Terra y sufre su primer Transición.
La Existencia sufre una degradación en su estructura, de manera que hay una separación del alma y la materia o cuerpo. (Aún no abandona la sustancia) Éste es un proceso muy doloroso, pero que no dura mucho tiempo. El alma se queda junto al cuerpo durante un corto período de tiempo, luego se eleva hasta la atmósfera y penetra en alguna intersección de dimensiones, de manera que sufre un juicio personal, donde la propia alma se hace consciente de sus actos incorrectos y de sus buenos actos.
Luego de un Juicio personal, el alma se sitúa en alguna dimensión distinta a la Terra. A veces desde ésta primer Transición viene la Muerte.
Después de vivir durante algún tiempo en ésta nueva dimensión, sufre otra Transición y sufre el mismo proceso ya descrito.
Cuando llega la última Transición, la Esencia y la Estancia ya se han separado, la Esencia ya se ha situado fuera del tiempo y del espacio permaneciendo ajena a toda Estancia, es entonces cuando, si Dios así lo decide, la Esencia es destruida para jamás existir nuevamente. Esto es la Muerte. La Transición siempre es dolorosa, ya que lleva consigo una degradación de la estructura de la existencia y de la esencia, en cambio la Muerte, ni siquiera se siente, es algo de lo que nadie se da cuenta y generalmente no es percibido por nadie. Por esto es tan poco conocida la Muerte. Casi nadie sabe que existe. Después de que una esencia es destruida, no existe ninguna posibilidad de que vuelva a existir, esto no niega la omnipotencia de Dios, sólo reafirma su sabiduría, no es que Dios no pueda hacer que una esencia vuelva a existir, sino que, para decidir destruirla, Dios sabe que jamás volverá a concederle la existencia bajo ninguna circunstancia. Por eso si Dios decide destruir una Esencia y quisiera que ésta volviera a existir, debería volver a crear una esencia semejante de la nada, aunque ésta no sería la misma que destruyó, ya que cada esencia es única. Por eso, repito, Dios debe saber que jamás volverá a desear que una esencia vuelva a existir para poder destruirla. Sería estúpido destruir una esencia y después querer que vuelva a existir, sabiendo que una vez destruida jamás volverá a surgir la misma esencia. Esto no niega la omnipotencia de Dios sino que comprueba que él mismo es Sabiduría.

Sobre la Transición:

La Transición puede efectuarse en varias ocasiones dependiendo de 2 factores primordiales: La naturaleza del alma y la Voluntad Divina.

Primero que nada debemos tener en cuenta que son pocos los seres que tienen una sola alma, por eso es que de manera natural, se llevan a cabo tantas Transiciones como almas tenga el ente en cuestión.
En el caso de que el ente tenga una sola alma o ya hallan muerto las anteriores y sólo quede una, existe la posibilidad de que el alma esté dividida en varias fracciones, de manera que si una de esas fracciones de alma es destruida, el ente puede seguir viviendo a través de otras hasta que muera la última fracción.
También existen almas muy poderosas y resistentes, de manera que también son muy longevas y por eso mismo pueden incluso sufrir varias Transiciones tras las cuales se va degradando su poder natural hasta morir definitivamente.
Existen así diversos accidentes en la naturaleza del alma que le dan una determinada resistencia ante la Muerte, de manera que es posible vivir casi eternamente gracias a la naturaleza del alma y de la esencia.

Por otra parte si reconocemos que Dios existe y por lo tanto reconocemos su omnipotencia, entonces sabremos que es posible que alguien viva o sufra la transición en varias ocasiones según sea la Voluntad Divina.

Ahora que hemos puntualizado lo anterior, podemos proseguir para describir los diversos efectos de la Transición:

† El primer y más importante efecto de la Transición, es la degradación de la estructura esencial y existencial del ente. Una vez que el ente en cuestión sufre la Transición, se lleva a cabo una degradación tal que después de ésta, su naturaleza jamás volverá a tener las propiedades y características que tenía anteriormente, y se convertirá en algo menos complejo que lo que antes era. Por ejemplo: Si un pez sufre su primera Transición, su estructura se dividirá en dos: el cuerpo y el alma. El cuerpo se convertirá en un cadáver que por lo tanto, no tendrá las capacidades que tenía mientras estaba unido al alma. El alma por su parte, tampoco tendrá las capacidades que tenía mientras estaba unida al cuerpo. Ambas partes se habrán degradado para convertirse en algo de menor complejidad que el pez inicial. Aquí es conveniente aclarar que lo que se degrada es la estructura material o sustancial, pero al mismo tiempo hay una exaltación esencial, de manera que la materia o sustancia se degrada transformándose en algo menos complejo, pero la esencia se exalta transformándose en algo más puro.
† Otro efecto de la Transición es el dolor físico. Después de sufrir la Transición, el alma permanece durante un corto período de tiempo junto a su cuerpo, luego al elevarse hacia la atmósfera y penetrar en alguna intersección de dimensiones, sufre un terrible dolor físico pues la esencia se modifica casi totalmente para que lo que antes era, ya no sea.
† La Transición trae consigo la inexistencia de algo para la formación de algo nuevo, es decir, el ente que muere, deja de ser lo que era antes para ser otra cosa distinta. Por eso la expresión: “Aquí yacen los restos de quien en vida fue x”, es correcta, mientras que la expresión: “Vamos a sepultar al difunto x”, no lo es ya que al sufrir la Transición dejó de ser x.
† Un efecto muy importante y que pocos conocen de la Transición es la vulnerabilidad gradual con la que permanece la Esencia del ente. Es decir, una vez sufrida la transición, la esencia es muy vulnerable a ser utilizada por alguien con vida, de manera que se pueden realizar invocaciones o regresarla a la vida y darle las propiedades que tenía antes por medio de difíciles y complejos procesos mágicos. Por ejemplo: Si un Político poderoso fallece y existe alguien que lo necesita vivo para que pueda realizar ciertas obras o acciones, puede regresarlo a la vida tras algunos procesos dificilísimos.
† Un efecto más de la Transición es que después de ésta, la esencia puede mantenerse en un estado llamado “Estado Latente”, es decir, sin tomar ninguna forma ni espacio o tiempo determinados. Éste Estado Latente puede durar indeterminadamente, es un estado de inconsciencia en el que nada se hace consciente de la existencia de esa esencia, ni ella misma de sí misma ni nada fuera de ella, salvo Dios mismo. Es justamente esta latencia lo que produce la vulnerabilidad antes mencionada y sólo Dios o un Padre de Esencias, puede hacer salir a la esencia de éste Estado Latente.

Sobre la Muerte:

† A diferencia de la Transición, la Muerte, ya no es una transformación, sino la eliminación de lo que es y está. Es por eso que aquí ya no existe una degradación de la estructura esencial, sino más bien se da la destrucción total de la esencia y con ella la existencia. Es muy difícil poner ejemplos para la Muerte, ya que son pocos los que han sido destruidos por medio de ésta, sin embargo el ejemplo más claro y que últimamente se ha dado en mayor cantidad que en ningún otro tiempo en la historia es la condena a Mortem Eternum, en la que por medio del poder conferido por Dios, alguien condena a otra persona a “Morir eternamente”, no es que nunca termine de morir, sino que en realidad ni siquiera se dará cuenta del momento en el que Muere definitivamente, de manera que pareciera que su muerte no tiene fin. En el caso de la Mortem Eternum, es necesario aclarar, que sí hay dolor extremo durante éste tipo de muerte, ya que se trata de una Muerte Inducida de manera que se suma todo el dolor que de manera natural se hubiera sufrido durante todas y cada una de las transiciones y finalmente la víctima de ésta condena muere sin ser consciente de ello, de manera que hasta en el último momento sufre dolor.
† Otro efecto entonces de la Muerte, es la ausencia de dolor físico, con la única excepción de la Mortem Eternum que ya ha sido explicada en el punto anterior.
† Con la Transición, algo deja de existir para que se forme algo nuevo, en cambio con la Muerte, una vez que el ente ha dejado de existir, ya no queda sustancia alguna para formar algo nuevo, de manera que con éste efecto se demuestra que la materia sí puede destruirse, además de crearse y transformarse.
† Finalmente, el último efecto de la Muerte tiene más bien un impacto en el universo, el cuál diminuye en volumen y cantidad de masa y energía ya que se destruye la materia y energía del ente que muere.

Finalmente, al conocer ya los efectos de la Transición, pero especialmente de la Muerte, podemos concluir que Dios es Sabiduría y que su omnipotencia se comprueba al observar éstos efectos.

Alfaarlos II IMPERATUR Alconia.

Mortem Es
Fine Vero

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